El 25 de octubre fuimos a visitar Osorio, en Teror. Todos estábamos deseando llegar allí aunque a muchos se les hizo largo el trayecto en guagua.
Al llegar, después de ver a los animales: cochinos negros canarios, vacas, un toro enorme, gallinas…, fuimos a ver una muestra de laurisilva, con laureles, madroños, tiles, acebiños, barbusanos, fayas, brezos y muchos más. Allí la profesora nos explicó la importancia de esta selva y nos dio instrucciones para la visita.
Fuimos luego a la casa de la finca donde la profesora nos explicó que hay una parte más antigua con una bonita balconada canaria y otra parte, la delantera, más nueva de estilo inglés.
La pena fue que no pudimos ver el jardín porque estaba cerrado.
Continuamos la visita por la finca y estuvimos viendo los robles y los ombúes. Hicimos unas fichas y tomamos notas de lo que nos explicaban y de las curiosidades de los árboles que veíamos, por ejemplo para rodear un roble necesitamos 12 niños.
Cogimos castañas en el Paseo de los castaños. Llegamos al cruce de los siete caminos y los buscamos. Llegamos caminando hasta las tres araucarias, donde cruzamos un puente…
A continuación bajamos a comer al Parque de las Brujas, jugamos, nos metimos por un árbol hueco, al que llaman el “árbol de los duendes” y bailamos una canción.
Volvimos a la guagua y nos fuimos a Teror.
Visitamos la basílica y a nuestra patrona, recorrimos las calles alrededor de la iglesia, fuimos a la plaza de Teresa de Bolívar y a la Alameda. Una salida preciosa.
Marta Hernández Pérez
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