TÍTULO:
La Gran Carrera.
La Gran Carrera.
AUTOR: LUIS OJEDA ARTILES.
CURSO: 2º B
Hace mucho tiempo en la selva no sabían quién era el más rápido: el
guepardo o el leopardo. Así que hicieron una carrera.
-Preparados, listos ¡ya! – dijo el árbitro mono y los dos salieron disparados
por el circuito hasta que se encontraron con una planta carnívora y no podían
pasar.
Pero el leopardo pensó -¡eh! Podemos saltarla por encima y se lo dijo al
guepardo.
Entonces la saltó y siguió la carrera y la rivalidad.
Pero resultó que como estaban en Invierno, resbalaron con bloque de hielo.
Como el guepardo tenía las patas mucho más lisas que el leopardo y estaban muy
cerca de la meta, el guepardo resbaló más rápido que el leopardo y ganó la
carrera.
-Felicidades, has corrido muy bien y en todo momento mereciste ganar.
-¡Oye! ¿Quieres ser mi amigo?
-¡Vale! Pero solo corremos en el circuito y esa es la condición.
- Eso está hecho, vamos a beber algo, porque estoy sediento.
-¡Sí, vamos! Me pido un seven-up.
-Y yo una coca-cola. El último es un huevo podrido.
-¿Qué te he dicho?
- ¡Ah! No me acordaba, ji,ji,ji… Y perdóname.
-¡Aaaahhhh! ¿Qué es eso? La sirena de mi colegio, me he escapado de allí.
Tengo que volver ahora. ¡Adiós!
Y colorín, colorado este cuento se ha acabado.
TÍTULO: La Gran Montaña.
AUTORA: NURIA ALONSO SUÁREZ.
CURSO: 6ºA.
Los dos exploradores estaban extenuados de tanto caminar por el desierto.
Llevaban ya dos semanas caminando y durmiendo al aire libre, cuando sin sentido
y sin razón, George cayó al suelo.
-¿Estás bien, George?
-Sí, pero no sé qué ha pasado.
-¿Más o menos, por dónde te caíste?
-Por aquí, creo.
-Ana, ¿qué crees que es esto?
- No lo sé, pero esto no estaba aquí antes, confirmó Ana confundida,
señalando una pequeña roca acabada en punta, pero que parecía estar enganchada
a algo, que no alcanzaba a ver la vista de los muchachos. ¡Qué raro!
-Es verdad-George empezó a escarbar pegado a la roca y su sorpresa creció
al ver que la “pequeña” roca se hacía cada vez más grande. ¡Esto es gigantesco!
- exclamó.
Los dos exploradores empezaron a escarbar alrededor de la roca hasta que no
pudieron más. Cuando se dieron cuenta, la roca medía más de metro y medio. Una
ráfaga los despertó de su ensueño y, al mirar al cielo, se dieron cuenta de que
se aproximaba una tormenta. Encontraron refugio detrás de una pequeña roca al
lado de su descubrimiento y se resguardaron allí.
Cuando la tormenta amainó estaban deseosos de salir fuera a ver si el
viento de la tormenta había desenterrado algo de la roca. Pero cuando salieron
de su escondrijo no se podían creer lo que veían. Delante de ellos había algo
impresionante, algo que no se había visto nunca, algo mágico, algo que ellos
habían descubierto por casualidad. Delante de ellos estaba la primera pirámide
descubierta en todo el mundo, que estaba casi pegada a un río gigante, ahora
llamado “El Nilo”.
¡Esto es lo mejor que nos ha pasado nunca! – Exclamó George entusiasmadísimo.-
-¡Sí, lo mejor de lo mejor!- repitió Ana- ¡Y encima lo hemos encontrado
nosotros!
¡Pues claro!
A eso le siguieron las risas, los aplausos y las felicitaciones.
-Pero…un momento ¿Tú crees que podríamos entrar? Preguntó Ana interesada-
-¿Entrar? ¿Entrar a dónde?
-Pues a la “Gran Montaña”, por supuesto.
-Oh…Bueno, ¿Tú crees que está hueca?
-Pues claro. Si no, ¿Para qué la construirían?
-Bien, pues en ese caso buscaremos la entrada.
George y Ana investigaron hasta dar con una palanquita, de la que tiraron,
y ante sus estupefactos ojos apareció la puerta. Entraron, y al momento, la
puerta se cerró tras ellos. Se quedaron solos y a oscuras, pero Ana cogió una
antorcha que estaba colgada de la pared y la encendió con su mechero. Por
dentro todo era más impresionante que por fuera, había pinturas dibujadas en las paredes de vivos
colores, y todo era muy lujoso. Siguieron caminando hasta el fondo de la
habitación, donde desembarcaron en otra. Esta desembarcaba en otra y la
siguiente en otra más. Así pasaron muchas habitaciones, cada una de ellas más
lujosa que la anterior. Hasta que llegaron a la última de todas. En la última
habitación las paredes estaban cubiertas de pinturas de color del oro, del rojo
de la sangre y del azul del mar. En el suelo sólo había lo que parecía un
sarcófago hecho de oro puro y piedras preciosas. Ellos se asombraron, pero no
lo abrieron, viendo que eso era un muerto y no debería faltarle el respeto.
Habían cogido algunas riquezas de las cámaras principales, algunas que no
tenían mucha importancia (o eso suponían) y se habían ido a contar su
descubrimiento, pero a nadie le dijeron dónde estaba.
Esa es la historia de la”Gran Montaña”
OTROS PARTICIPANTES DEL3º CICLO
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